Scroll Top

Tejido corresponsable por la vida

EJE 09
Trascender hacia un sistema de bienestar universitario con actores corresponsables que se cuestionan, interpelan, proponen, apropian y promueven el buen vivir en comunidad.

Partiendo de este título  orientador, se propone trascender del concepto de «poblaciones atendidas» al de corresponsables de un sistema de bienestar universitario que interpelan y se cuestionan, proponen, apropian, difunden y promueven el buen vivir en comunidad.

Con miras a lograr este propósito, se plantean como principios, además de la corresponsabilidad ya referida, los siguientes:

  • El respeto por la dignidad de las personas que cohabitan la universidad.
  • El cuidado de sí, del otro, de los espacios compartidos y de los recursos entregados para nuestra labor.
  • La coherencia como llamado y guía de toda acción institucional.
  • La participación en la búsqueda de soluciones a las situaciones que como comunidad universitaria nos afectan, así como en la toma de las decisiones desde el concepto de responsabilidad compartida.
  • La construcción académica para la resolución de las problemáticas propias de la convivencia universitaria desde las múltiples miradas, lecturas, vivencias y enfoques que caracterizan la diversidad que nos habita.
  • La autoevaluación y referenciación como ejercicio permanente de lectura hacia adentro, sin dejar de mirar hacia fuera, para la mejora continua de los procesos y las “formas de ser y de hacer”.

El tránsito planteado, implica la materialización de varias estrategias, que pretenden consolidar un modelo de bienestar universitario que ha probado tener un impacto positivo en el desarrollo individual, particularmente de los estudiantes, pero que demanda nuevos enfoques y mayores esfuerzos para el caso de los profesores y empleados, y para la vida en comunidad de una población naturalmente diversa, que debe armonizar sus múltiples lecturas e interpretaciones de la realidad con la misión institucional.

Principales iniciativas propuestas para el periodo 2024 – 2027

Diversidad, inclusión e interculturalidad

Al pensar y soñar sobre la diversidad en nuestra Universidad, se nos hace necesario nombrar la importancia de la continuidad de principios éticos que garanticen la no exotización de las personas de especial protección constitucional (personas con discapacidad, personas víctimas del conflicto armado, mujeres cabeza de familia y las que determina la ley), su participación en la definición de estrategias que pretenden impactarlas, y el acercamiento de la comunidad en amplio a la construcción de las vidas diversas, como aspectos innatos de lo humano, que permitan la convivencia y el respeto recíproco en las diferencias de las estéticas y de las formas de vida que tensionan lo hegemónico o lo socialmente impuesto y esperado.
  • Casa de saberes: habitamos un espacio profundamente diverso. Nuestros modos de construir, apropiar y difundir el saber también lo son. Por ello, se percibe necesaria la configuración de un espacio que permita la expresión de las diversidades. Por años algunos colectivos afro e indígenas han solicitado espacios de encuentro que sean capaces de hacer lecturas de formas situadas y menos occidentalizadas de tejer el saber. Lugares en los que coexistan las metodologías propias, los saberes milenarios y fundacionales de pueblos originarios que han habitado este territorio. En definitiva, un lugar que reconozca la dignidad epistémica de saberes que han desaparecido de las plataformas de conocimientos universitarios. De acuerdo con lo anterior, se trata de un espacio físico dinamizado, organizado y cuidado por los colectivos y colectivas constituidos y reconocidos por la universidad. La agenda de trabajo, cuidado y habitabilidad del espacio se construirá con dichos colectivos de manera que responda al principio de equidad y solidaridad.
  • Accesibilización: la accesibilidad se ha convertido en un principio para habitar la universidad. La conciencia de la presencia de la diversidad de cuerpos, lenguas, lenguajes y plataformas que habitan la universidad nos exige construir de modos cada vez más diversos. Hemos trascendido de la idea de construir de modos exclusivos, dirigidos a sujetos particulares, para avanzar hacia la idea de una coexistencia democrática.
  • Trayectorias (ruta de acompañamiento integral): acompañar a estudiantes con discapacidad, pertenecientes a comunidades étnicas, provenientes de poblaciones descentralizadas, campesinas, deportistas de alto rendimiento y víctimas del conflicto armado identificando las necesidades que impactan su vida universitaria; situaciones que ponen en tensión la capacidad de agenciamiento del estudiante y demandan la resolución de dificultades que entorpecen su rendimiento académico o su bienestar. Por lo tanto, queremos vincularlos de una manera más profunda y humanizada a la oferta institucional que hace más equitativo su tránsito por la vida universitaria.
  • Rutas de cuidado universitario: el cuidado debe estar al centro de la experiencia de interacción universitaria. Comprendemos el cuidado como una experiencia colectiva. Anhelamos que el cuidado atraviese por los cuerpos, los territorios, las relaciones. Estas rutas de cuidado pasarán por experiencias de i) siembra y cuidado de la tierra dentro de la universidad; ii) talleres de lectura y escritura en diferentes códigos; iii) metodologías de cocreación que permitan la circulación de saberes alrededor de la experiencia de ser “adulta-o”, en las que aborden, entre otras, cuestiones como: ¿cómo vivir sola-o?, ¿cómo hacer mercado?, ¿cómo manejar las finanzas?, implicaciones de asuntos tributarios y de la seguridad social, organización, mantenimiento y uso del espacio; iv) espacios para tensionar estereotipos asociados a ciertas formas de habitares diversos a través del relacionamiento de temáticas que parecieran estar desconectadas como: maquillaje y disidencias sexuales, sexualidades y eróticas en cuerpos no hegemónicos, diversidades relacionales, moda y ecología, música y estado de ánimo.
  • Universidad señante: sin convertirse en una experiencia exclusiva para las comunidades sordas, universidad señante se abre como posibilidad de reconocimiento de las experiencias señantes y señadas en un universo predominantemente oralizado, sonoro y auditivo. A través de esta estrategia se pretende, entre otras cosas: formación, aproximación y vivencia de la Lengua de Señas Colombiana; accesibilización de la oferta institucional para comunidades sordas; diseño de espacios de interacción y acompañamiento para estudiantes sordas-os; cocreación de un lenguaje señado para la identificación de la oferta institucional; cocreación de espacios de comunicación permanentes con estudiantes sordos en su primera lengua.
 

Equidad de género y no discriminación

Los esfuerzos institucionales de profesores-as, empleados-as y estudiantes, particularmente en los últimos 5 años, para sensibilizar a la comunidad universitaria sobre las relaciones de poder y el sexismo que se manifiestan de diversas maneras en los ámbitos educativos y laborales de la Universidad; así como para generar los mecanismos y la capacidad de respuesta institucional para la atención de las violencias y discriminaciones en función del género, nos han llevado al reconocimiento, cada vez más instalado, de la necesidad de transitar hacia un enfoque preventivo, que nos conduzca a la transformación de las construcciones sociales de lo que es ser hombre y ser mujer y, a su vez, de lo que es ser jefe y subordinado-a o de lo que es ser profesor-a y estudiante, para dar lugar a nuevas formas de relacionamiento en las que se garantice el goce pleno de derechos y la participación igualitaria en las distintas esferas del desarrollo, como lo establece el Ministerio de Educación Nacional, en los Lineamientos de Prevención, Detección, Atención de violencias y cualquier tipo de discriminación basada en género en Instituciones de Educación Superior. Es así como, desde las mismas estrategias educomunicativas hemos venido migrando del #NoGéneroViolencia hacia el #YoGéneroEquidad. Con la anterior premisa, y partiendo de los diagnósticos realizados en el marco del actual plan de acción y de los informes derivados de la adopción del protocolo para la prevención, atención y sanción de las Violencias Basadas en Género (VBG) y Violencias Sexuales (VSX), la implementación de la Ruta Violeta y los equipos especializados encargados de la atención integral, así como de la investigación y sanción de las VBG y VSX, proponemos materializar iniciativas como:
  • La implementación del sistema de vigilancia en salud pública de las violencias basadas en género.
  • La formalización e implementación de la política institucional de equidad de género y no discriminación, de la cual se derivarían otras acciones estratégicas como el plan de acción para el cierre de las brechas de género en la institución; la conformación de la Unidad para la Igualdad de Género y las Diversidades; y la formalización y consolidación de los comités de género como formas organizativas de participación para la promoción de  la equidad interseccional y la erradicación de las violencias y la discriminación en función del género.
 Lo anterior en coherencia con el trabajo iniciado en el plan de acción institucional 2021-2024 y el principio de progresividad y no regresividad.

Campus saludable

La Ley 30 concibe el Bienestar Universitario como el conjunto de actividades que se orientan al desarrollo físico, psico-afectivo, espiritual y social de los estudiantes, docentes y personal administrativo. A su vez el acuerdo superior 173 de 2000, por el cual se estableció el Sistema de Bienestar Universitario para la Universidad de Antioquia, plantea que «Cada uno de los miembros del personal universitario, en el ejercicio de su función educativa, es sujeto responsable de su propio bienestar y punto de partida para que se difunda a su alrededor; el proceso dinámico que de ahí se genera propicia interacciones en múltiples direcciones y en diversos campos posibles en la universidad, lo que ha de revertir en beneficios para un bienestar pleno e integral»;  y seguidamente dice:  “El bienestar universitario contribuye a la formación integral, estimula las capacidades de los grupos y de las personas de la Universidad, los apoya mediante el desarrollo de programas que integren el trabajo y el estudio con los proyectos de vida, en un contexto participativo y pluralista. Desde esta perspectiva, el Sistema de Bienestar Universitario genera condiciones institucionales ético-pedagógicas que faciliten la convivencia y la tolerancia entre los miembros de la comunidad, y trasciendan los ámbitos académico y laboral”.

En concordancia con lo anterior, proponemos fortalecer en cada campus de la universidad las condiciones para la vida en comunidad mediante el ejercicio de una ciudadanía activa y corresponsable; resignificando el ocio, el disfrute y el encuentro; promoviendo hábitos y estilos de vida saludable; a la vez que se fortalece, de manera articulada con las diferentes áreas del conocimiento, la reflexión en torno a aspectos como el relacionamiento en la casa grande, lo que significa hacer parte de una comunidad universitaria como la nuestra, lo que tal condición implica en términos de derechos y deberes, la responsabilidad que tenemos con la institución y las personas que la habitan, así como con los bienes y recursos públicos entregados para el cumplimiento de su misión.

Merecen en este contexto especial atención dos iniciativas: i) el bienestar laboral, para lo cual será fundamental la articulación efectiva de las instancias universitarias concernidas en esta labor, como es el caso de la Dirección de Bienestar Universitario, la División de Talento Humano, el Programa  de Salud y la Vicerrectoría de Docencia, entre otras. Lo anterior permitirá no solo sumar capacidades, sino también implementar programas integrales y de mayor impacto para la labor de profesores y empleados de la Universidad. Y, en relación directa con esto, ii) la política de salud mental, como estrategia que recoge, potencia y consolida todos los esfuerzos institucionales orientados a promover acciones para la promoción de la salud mental.

Lo anterior implica, en coherencia con el compromiso derivado de la acreditación institucional, persistir en la consolidación del modelo de bienestar multicampus, para lo cual proponemos la concepción de cada campus de la universidad como un territorio inteligente para el bienestar y, en concordancia con ello, promover, desde un ejercicio de construcción democrática, la concepción de ecosistemas para el buen vivir. La adopción de estos nuevos retos y dimensiones demanda la actualización y armonización del marco normativo que regula el sistema de bienestar universitario y la incorporación y apropiación de herramientas pedagógicas que aporten a la interacción de los públicos y a la transformación de hábitos personales y colectivos de los universitarios, en relación consigo mismos, con los demás y con el entorno.

Gestión de la información

La Dirección de Bienestar Universitario cuenta con plataformas, instrumentos de recolección de datos y un equipo de profesionales para gestionar información de la comunidad universitaria que accede a su oferta y al proceso de caracterización. Sin embargo, el proceso es susceptible de mejora con acciones como las siguientes:

  • Disponer de un repositorio centralizado de información en la nube que permita: i) realizar rastreo y estandarización de la información asociada con el trayecto universitario de estudiantes, profesores-as y empleados-as y el acceso a los programas y servicios orientados a su bienestar (tanto los ofertados por la Dirección de Bienestar Universitario como por otras unidades diferentes como la dirección de posgrados, el programa de salud, la división de talento humano, la vicerrectoría de docencia, la coordinación de egresados y las unidades académicas); ii) conectar las plataformas que gestionan la información de la Universidad; y iii) cruzar información que permita identificar condiciones de riesgo y con base en ello priorizar acompañamientos en procura del bienestar y la permanencia.    
  • Automatizar la gestión de las alertas: se trata de fortalecer los sistemas para que la información de las alertas se obtenga de manera automática y llegue inmediatamente a las dependencias responsables de su gestión, de tal modo que se puedan intervenir las vulnerabilidades de manera oportuna.
  • Generar procedimientos articulados para la atención de las alertas identificadas con la caracterización y el seguimiento a los trayectos universitarios: si bien en la actualidad existen diferentes mecanismos para atender las alertas, lo cierto es que el impacto podría ser mayor si se generan estrategias articuladas, que permitan prevenir o mitigar el riesgo para el bienestar y la permanencia en la universidad.