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ADMINISTRACIÓN TRANSPARENTE E INNOVADORA

EJE 13
Aprovechar el liderazgo y reconocimiento de la Universidad para lograr una mayor financiación estatal para la educación superior pública de calidad.

 

La Universidad de Antioquia no es ajena al déficit estructural que enfrentan todas las universidades públicas del país. Las acciones del Gobierno Nacional para fortalecer la educación superior pública, que incluye recursos adicionales a la base presupuestal de las instituciones, mayores recursos vía gratuidad para estudiantes, recursos adicionales para inversión y la estrategia de fortalecimiento de la presencia en los territorios con infraestructura, es un esfuerzo que valoramos merece el reconocimiento de toda la sociedad colombiana.

 

La Universidad debe continuar aprovechando su liderazgo, reconocimiento y tradición para promover activamente el diálogo académico y político en la búsqueda de una mayor financiación estatal para la educación superior pública de calidad, mediante reformas pertinentes a la Ley 30 de educación superior.

 

Durante estos dos últimos periodos administrativos, a raíz de las circunstancias adversas entre ellas la pandemia, la Universidad se vio en la necesidad de emprender acciones internas para seguir funcionando y creciendo en medio del déficit. Dichas acciones estuvieron orientadas a aumentar los recursos por gestión a través de la extensión, los posgrados y la cooperación, en lo cual fueron fundamentales las unidades académicas, para gestionar proyectos y fuentes externas para inversión hacer un debido control del gasto. La mayor gestión de recursos dio resultados muy importantes, sin embargo, la generalización de las restricciones al gasto demostró no ser suficiente y tampoco conveniente, ya que va en detrimento de las funciones misionales y al mismo tiempo desestimula la gestión de más recursos desde las unidades académicas.

Principales iniciativas propuestas para el periodo 2024 – 2027

En las circunstancias actuales la Universidad necesita que, en lo administrativo y financiero, también se utilice todo su conocimiento y experiencia para dar una mirada integral a varios procesos clave. La administración central y todas las unidades académicas deben hacer un frente común para combinar la gestión académica, administrativa y financiera, la visibilidad de la información y la rendición de cuentas, con orientaciones estratégicas institucionales sin perder de vista los desarrollos y necesidades de cada dependencia.

Es necesario enfocar cada uno de los fondos a los propósitos misionales de manera pertinente, y diversificar las fuentes de ingresos en algunos de ellos. Optimizar los recursos debe ser un compromiso de todas las áreas administrativas y de apoyo.

Atender adecuadamente la programación académica con criterios de calidad y eficiencia debe ser un propósito colectivo. Debe orientarse la inversión en proyectos de alto impacto misional y buscar la obtención de recursos a partir de productos de conocimiento. La generación de alianzas estratégicas con los sectores público y privado, incluyendo organizaciones internacionales, debe permitir aumentar la financiación de la investigación y de otros proyectos de desarrollo estén alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 

Cómo universidad de alta calidad en el ámbito nacional e internacional, es necesario hacer un reconocimiento a nivel estratégico de la gestión de las tecnologías de información para el desarrollo de procesos misionales y administrativos.

Para ser más eficientes, será fundamental la revisión y la mejora de los procesos internos, aprovechando la tecnología, los sistemas de información y los procesos de automatización. La implementación de iniciativas de sostenibilidad en los campus reducirá los costos operativos a largo plazo.

Deben aumentar los esfuerzos para fortalecer la relación con los egresados y para fomentar una cultura de donación.

Debe iniciarse a una estrategia para configurar un modelo empresarial Universidad de Antioquia (que incluya Spinoff, startups y aliados como la Fundación UdeA, la Corporación Interuniversitaria de Servicios, la Corporación DIA, Tecnova, entre otros), con modelos de negocios y de control rigurosos, en el que los diferentes aliados existentes o futuros, se conviertan en nuevas fuentes de financiación sin poner en riesgo la naturaleza, el patrimonio, ni la reputación institucional.

En la armonización de la vida laboral y personal, se han logrado avances sin precedentes en el mejoramiento de la calidad de vida de quienes sirven a la Universidad, a través de estrategias como el teletrabajo, el horario flexible y la automatización de procesos que hacen más fácil la labor. El reto ahora es seguir explorando y diversificando estas formas de hacer lo que hacemos, manteniendo o superando los niveles actuales de eficiencia, pero invirtiendo menor tiempo. En consecuencia, seguiremos analizando maneras de invertir el tiempo laboral de formas más inteligentes y óptimas, que nos permitan tener más calidad de vida.

Las buenas experiencias adquiridas con los concursos públicos de méritos para empleados administrativos, obligan a mantenerlos como una sana práctica institucional, a la vez que invita a buscar que cada vez más la vinculación directa con la Institución para las personas que realizan actividades transitorias, para lo cual exploraremos alternativas que nos da la carrera administrativa y la posibilidad de crear una planta de cargos especializada en la ejecución de proyectos.

La Universidad tiene hoy un sistema de seguridad y salud en el trabajo maduro y eficaz, con gran apropiación por parte de la comunidad de servidores. Cada vez más los sitios de trabajo en todas las sedes y edificios universitarios tienen las condiciones locativas y de mobiliarios adecuados. Se debe mantener y superar este logro, pero a la vez concentrarse en que el medioambiente social y de relacionamiento en cada espacio de trabajo sea óptimo. El gran reto hoy es la prevención y la tranquilidad de las personas, y para eso se debe abordar, en conjunto con ellas, los factores psicosociales que puedan alterarla.